lunes, 9 de febrero de 2015

Poster: el elemento olvidado.

     Como ya les he compartido en publicaciones anteriores, me dedico a dar clases de actuación.
     A la escuela llegan varios grupos locales a dejar algunos posters y postales para publicitar sus trabajos. Obviamente buscando a un sector interesado en ver las propuestas escénicas locales.
     Entiendo que si de algo carecemos los grupos independientes es de presupuesto. Esto ocasiona que intentemos reducir los costos y que rara vez (si es que alguna) podamos contratar los servicios de un publicista pero, en muchos casos, los resultados son... risibles, por decir lo menos (no compartiré imágenes para no hacer leña del árbol caído).
     Y es que no es cualquier cosa. Un poster es el primer contacto que un potencial público va a tener con nuestro trabajo y, por tal motivo, debe animarlo a acercarse al foro y experimentar la puesta en escena. Por ello, escatimar esfuerzos en conseguir una imagen atractiva es muy mala idea.
     La decisión más inteligente que podríamos tomar es, sin duda, contratar profesionales del diseño de imagen. Pero, como ya dijimos antes, es algo bastante complicado, a menos que encuentres uno que trabaje gratis (cosa que no recomiendo a ningún profesional, sin importar su giro). Ésto no nos impide PREPARARNOS para aumentar nuestra capacidad de crear un poster digno.
No soy un conocedor al respecto, afortunadamente cuento con el apoyo de un mercadólogo cuyos conocimientos y habilidades dotan de imágen todo trabajo del grupo, así como el logo que nos identifica.
     Sin embargo quiero compartirles mis recomendaciones, la observación que mis poco entrenados ojos han hecho de los errores más comunes en los posters de teatro:

Imágenes que no comunican: El objetivo principal de un poster es dar a entender un idea con pocas o nulas palabras; que a primer vistazo se pueda identificar el mensaje. En éste caso, el mensaje es qué vamos a ir a ver, de qué va la obra.
Los estudios de Hollywood (no porque no se equivoquen, pero al invertir tanto dinero en una producción, le dan mucho peso a la publicidad y su respectivo diseño de imagen) no sólo tienen una foto que nos incite a ver la película (claro, presentándonos a los actores, generalmente famosos), sino además, está realizada utilizando la misma estética que la película (mismo tipo de fotorafía, filtros, lentes, ángulos) de manera que se convierta en una extensión de la cinta.
Por supuesto que no podemos hacer lo mismo, nuestro arte no es uno fotográfico. Sin embargo, sí debemos dar un sentido estético a la imagen, que nos adelante el estilo de puesta en escena que vamos a ver. Si no sabes qué estilo estético es tu obra... el cartel es la menor de tus preocupaciones.


Demasiada información escrita: Tendemos a confundir los posters con páginas de una libreta de notas. Además de la imagen, le agregamos slogan, nombres de los participantes, dirección, cómo llegar, costos desglosados, fechas específicas, horarios detallados, redes sociales, teléfono y un innumerable etcétera.
Todas son piezas de información importante, pero no todas son dignas de un poster. Recordemos que el objetivo es mandar un mensaje a golpe de vista, no es un señuelo para que la gente se acerque a leer un rato. Así que sean selectivos con lo que van a escribir en sus  carteles.



¿Quiénes se presentan?: Paradójicamente, me ha tocado ver grupos que hacen todo lo contrario, ponen tan poca información que es difícil identificar que se trata de una obra de teatro (dicen dónde se presentan, pero bien puede ser un espectáculo de danza o algún concierto).
O, aún más intrigante, olvidan poner quién está presentándose. No sólo no escriben sus nombres, ni el del director, ni el de los actores; tampoco ponen quién escribe la obra o cómo se llama el grupo. Irónicamente la imagen era una foto del ensamble en unos vestuarios muy feos. Parecía más una obra de primaria que un trabajo en serio. Si le agregamos que nadie firmaba el montaje, no fue un trabajo que quisiera ir a ver.
No importa que sea tu primer montaje o lleves años en el medio, siempre busca dejar tu nombre (o el de tu grupo) en la mente del público. Robert DeNiro es un nombre muy reconocido, pero empezó poniéndose en los créditos cuando nadie sabía quién era (fuera, claro esta, de su familia y amigos).

     Si no les interesa voltear a Hollywood para crear sus posters, fíjense en Broadway o en el West End. La simpleza ante todo. Información clara y bien organizada.

Guillermo Herrera

Facebook: HePa Teatro
Twitter: @HePaTeatro
Google+: Guillermo Herrera (HePa Teatro)
Instagram: Hepa_producciones



No hay comentarios:

Publicar un comentario