martes, 4 de noviembre de 2014

La Muestra Estatal de Teatro y la comunidad auto-complaciente

     El pasado domingo 12 de octubre finalizó la Muestra Estatal de Teatro en Jalisco. Tuvimos la oportunidad de ver, de forma gratuita, poco más de una docena de trabajos de las más variadas técnicas, estilos y temas. Grandes actuaciones, interesantes propuestas, distintos niveles de aprovechamiento del complejo lenguaje escénico... lamentablemente la gente no se enteró.
     La Muestra Estatal es un evento anual en el que se agenda lo mejor del teatro del estado (existen bases para inscribir su obra y se debe pasar una etapa de selección). Cualquiera puede acercase a los foros y entrar de forma gratuita a disfrutar del trabajo. Únicamente se pide a los asistentes llegar con una hora de anticipación, ya que se entregan boletos (reitero, sin costo) para llevar un control de la función.

     Así es que hubo personas que, pese a llegar 2 horas antes de la hora marcada, se quedaron con las ganas de entrar a la función que deseaban, ya que se acabaron los boletos desde muy temprano. Ésa es la generalidad de la Muestra Estatal: teatros a reventar, personas que se lamentan en la banqueta por no alcanzar lugar, actuaciones aplaudidas por una, lamentablemente atípica, sala llena, filas de ingreso que le dan la vuelta a la cuadra; un éxito a los ojos de cualquier persona. Tristemente es todo una ilusión.
     Como dije al principio del escrito, la gente no se entera, las agendas casi no tienen difusión, los posters se pegan en contados establecimientos, el cronograma es complejo y no existe la apropiada explicación de las distintas sedes y diferentes horarios, un caos. Un triste caos.
    Entonces, ¿cómo se explican las numerosas asistencias? ¿Por qué digo que es una ilusión? La razón por la que difiero con Secretaría de Cultura y no veo como un rotundo éxito al festival es que esta lleno de estudiantes y profesionales de la actuación. Parece ser que los organizadores están complacidos con que aquellos que estudiamos o nos dedicamos a las artes escénicas seamos los únicos que sepamos de la existencia de la Muestra.
    No tiene nada de malo que el gremio este al pendiente de los suyos. Es importante que conozcamos los trabajos que realizan nuestros colegas, así como ser visto por los demás artistas escénicos, eso formará vínculos entre nosotros y nos brindará la oportunidad de aspirar a trabajar con más gente del medio. Pero, ¿ése es el objetivo de la Muestra Estatal?
     Por mi parte, encuentro muy triste que, terminando la Muestra, los teatros tapatíos luzcan con su habitual aforo de 15 espectadores. Creo que ése es el principal error y peor faceta del auto-engaño.
    ¿De qué sirve que los trabajos sean vistos por un centenar de colegas que corren a las salas sin pagar? Al fin y al cabo, ellos no son los que van a mantener a los demás grupos, ellos no van a convertirse en públicos frecuentes. Todos los grupos trabajamos más o menos en los mismos horarios, así que, aunque lo deseemos, nuestras funciones o ensayos nos impedirán asistir al teatro con la frecuencia que quisiéramos. Ninguna comunidad artística se sostiene mediante el consumo de sus propios creadores.
     La Muestra debería fomentar al público general, ése que no acostumbra a ir al teatro, a acercarse a las salas, ver lo que los artistas locales están haciendo (la pre-selección funcionaría para que el público novel no se lleve una decepción al encontrarse un trabajo de dudosa calidad) y confíe en regresar. Pero para que éso suceda, primero deben enterarse que se esta llevando a cabo.
    Ojalá las autoridades correspondientes se pongan las pilas, aprovechen los recursos destinados a ésta celebración para ayudarnos a eliminar uno de los muchos estigmas del teatro local, nos esforzamos por crear obras de calidad... pero el público potencial no lo sabe.

Guillermo Herrera

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